Antes de decir nada, voy a dejar claro que sin @Inma Toscano esta reseña no podría haber existido. Fue ella quien se obsesionó con este libro en primer lugar, quien habló de él unas tres veces por Recomendaciones y otra más por Biografía del hambre. Y si Inma recomienda algo, tiene que ser buenísimo; así que, en cuanto la vida me lo permitió (lo que supuso más tiempo del esperado), me puse con él.
Voy a empezar siendo sincera. Es posible que muchas personas lleguen a odiar este libro. Pero, a quien le guste, le va a gustar muchísimo. Es uno de esos libros con alma y personalidad propias, de esos con los que puede haber un enfrentamiento a primera página o una idolatría absoluta, sin términos medios. Yo estoy completamente inmersa en el segundo grupo.
El título es pésimo y perfecto al mismo tiempo. Pésimo porque, para un nuevo lector, suena a todo menos a lo que realmente es. Y perfecto porque, una vez terminado el libro, se entiende que no habría podido ser ningún otro. Al que se pregunte cómo demonios pasa eso, solo puedo decirle que los spoilers están prohibidos y que mejor vaya a leerse el libro.
Las primeras 200 páginas (unas cuantas más o unas cuantas menos, claro) retratan un mismo día. E Ian consigue hacerlo sin ponerse a describir cada minúsculo detalle del paisaje (que en muchas obras queda muy bien, pero no es el estilo de esta en absoluto), sin dedicarse mucho a los saltos temporales en recuerdos psicoanalíticos de cada personaje (hay recuerdos, sí, pero me refiero a que no son una cantidad dominante) y sin sobrecargar el día con una cantidad inverosímil de acontecimientos. Al que pregunte cómo, solo puedo decirle que no termino de estar segura.
Es un día, en principio, cotidiano. Conocemos a los personajes a través de su cotidianidad, de la forma en que funcionan las mentes de cada uno, sin que haya una intriga al nivel de la estructura narrativa, del querer saber qué va a pasar, sino solo del deseo de seguir leyendo, de no salir de ese mundo tan bien escrito y tan bien expresado.
Es un día de verano de 1935. La familia Tallis lo pasa con tranquilidad en la enorme mansión en el campo. Briony, de trece años, hace los preparativos para la representación de Las tribulaciones de Arabella, su primera incursión en la dramaturgia y en el teatro de aleccionamiento moral, mientras trata de entender y cuadrar cada detalle del mundo con su mente infantil. Cecilia, terminando su educación en Cambridge, se pregunta por el cambio de comportamiento en Robbie, el hijo de la criada, mientras enfoca de forma difusa -como si en el fondo se trataran de la vida de alguien más- sus posibilidades de futuro. Emily, la madre, se tumba con otra migraña en su cama de una de las habitaciones superiores, manteniendo quieta la cabeza en un intento de poner a raya el dolor. León, el adorado hermano mayor, llega de visita con el educado Paul Marshall, propietario de las chocolatinas Amo recubiertas de caramelo que poco después serían parte de la alimentación de los soldados. Jack, el padre, el marido, está lejos en la ciudad, ocupándose solo de la llamada cotidiana que le da estabilidad a todo. Lola y los gemelos -Jackson y Pierrot-, llegan desde el norte para quedarse con la familia mientras se resuelve el inminente divorcio de sus padres. Serán los tres nada exitosos actores para la obra en la que Briony ha puesto tanta ilusión.
Una serie de incomprensiones conducirán a una confusión fatal que partirá a los Tallis y a su armonía. Una que, por supuesto, no contaré, porque lo ideal es ver cómo se hila el acontecimiento que después marcará toda la novela.
Esta primera parte tiene una estructura bastante tradicional. En tercera persona, alterna capítulos de Briony (admito que la forma en que me identifiqué con ella influyó en lo enamorada que estoy del libro) con otros de Cecilia, metiendo también alguno de Robbie, Emily y Lola, para entender a todos los personajes y su atmósfera.
La segunda parte da un salto temporal hasta dos días de 1940. Las tropas británicas se retiran de las tierras francesas sin ninguna clase de organización tras la derrota por parte del ejército alemán. Robbie, esta vez el único protagonista, se dirige herido de bala hacia las playas de Dunquerque acompañado por (o, más bien, dirigiendo y acompañando a) los cabos Nettle y Mace. La forma en que Ian describe cómo Robbie observa los horrores de la guerra es increíblemente cruda y (desde mi visión de alguien que no ha estado en ninguna situación así y en realidad es una completa ignorante, claro) real. Es como si, al ver cosas como una pierna cercenada y colgada de un árbol, lo único que sintiera fuese el recuerdo del horror que habría sentido viéndola en otro tiempo, en otro momento de su vida en que lo inhumano no se había vuelto cotidiano y todavía había cosas que podían impresionar.
La tercera parte, más o menos contemporánea a la segunda aunque abarcando un plazo de tiempo mayor, se centra en una Briony que renuncia a sus estudios en Cambridge para ser enfermera, en un intento de expiar sus culpas. El horror a los ojos de Briony es diferente que a los de Robbie. Real también, pero una realidad distinta. Escribe en su diario, distorsionando la realidad como hace cualquier escritor. Escribe también una novela sobre una escena de ese día de verano de 1935, con Cecilia sumergiéndose en ropa interior en un estanque, ante los ojos de Robbie, para recuperar un trozo de un antiguo jarrón roto. La culpa está muy presente, aunque no llega a ser dominante, ni a ser lastrante en absoluto.
La cuarta parte, que yo clasificaría más como un epílogo, da un salto hasta 1999. Pero me temo que, sobre ella, no voy a poder decir nada. Tengo mis razones.
Tengo un par de comentarios a nivel de la edición. La traducción es magnífica; hasta donde tengo entendido, Anagrama tiene buena fama con eso. La portada de la edición que yo leí representa de maravilla la atmósfera de la novela. Pero... Estoy bastante enfadada con la sinopsis (la de la edición que leí yo, claro). Da una idea errónea del libro, y hace un spoiler enorme. (Al menos, en mi opinión). Así que, a todo el que lo lea, le aconsejo mantenerse lejos de esa sinopsis y no leerla hasta terminarse el libro (sí lo sé, estoy pidiendo algo durísimo, pero merece la pena, de verdad...).
También está el tema de la película. Yo no la he visto (y la verdad no planeo hacerlo, amo demasiado al libro), pero he visto comentarios por ahí y la opinión general es que el libro vale mucho más y en la película la esencia no consigue plasmarse del todo. Cosa que entiendo completamente, porque algo tan introspectivo es muy difícil de traducir al mundo de la imagen. Además, hace un spoiler enorme sobre una cosa importante del epílogo. Así que, lo que sí está total y absolutamente prohibido, es verla antes de leer el libro.
Tengo algunas citas, aunque he de disculparme, hubo un montón que no copié por estar demasiado inmersa en la historia. Aquí van:
«Era una de esas niñas poseídas por el deseo de que el mundo fuera exactamente como era.»
«Pero cajones secretos, diarios bajo llave y sistemas criptográficos no le ocultaban a Briony la sencilla verdad: que no tenía secretos.»
«Seis decenios más tarde contaría que a la edad de trece años había recorrido en sus escritos una historia completa de la literatura, empezando con relatos derivados de la tradición europea de los cuentos populares y siguiendo por el teatro de simple intención moral, hasta llegar a un realismo psicológico imparcial que había descubierto por sí misma una mañana especial, durante la ola de calor de 1935.»
«Que él le mintiera continuamente, aunque difícilmente pudiera considerarse amor, suponía una atención sostenida; debía tenerle afecto para idear embustes tan complicados y a lo largo de tanto tiempo. Sus engaños eran una forma de homenaje a la importancia de su matrimonio.»
«Rara vez releía lo que había escrito, pero le gustaba pasar las páginas llenas. Allí, detrás del nombre en la placa y del uniforme, estaba su verdadero ser, secretamente escondido, acumulándose en silencio. Nunca había perdido aquel placer infantil de ver páginas cubiertas por su propia escritura.»
Siento que solo haya una cita de la tercera parte -la última- y ninguna de la segunda ni de la cuarta. Quise ponerlas, pero tenía el corazón a tope y estaba demasiado metida en el libro como para ser capaz de salir de él para anotar una cita. Me disculpo una vez más.
Terminando, quiero decir que tengo una sola y minúscula crítica. A una parte del epílogo. Pero es un spoiler de dimensiones estratosféricas, así que me aguantaré las ganas de hacerla.
Es más a nivel ideológico que literario o narrativo, así que no resta maravillosidad al libro. Queda prohibido no leerlo por lo dicho en este último párrafo.
Y... Eso sería todo. Muchas gracias a los supervivientes por haber llegado hasta aquí.
Hola!! Terminé este libro hace unos meses, pero hasta ahora no había encontrado el momento para compartir mis impresiones con vosotras. Mi experiencia en la lectura de la historia fue algo... agridulce. Estaba súper emocionada después de ver lo mucho que os había gustado a todas, pero lo cierto es que la primera parte del libro me acabó resultando algo aburrida; y no llegaba a entender del todo hacia dónde se orientaba la historia. Sin embargo, confié y supe mantenerme en la lectura y... ¡Menos mal! El cierre de la historia en los últimos capítulos cambió por completo la percepción que tenía de la trama y los personajes, consiguió engancharme de golpe y captar mi atención completamente. Al final el libro me acabó gustando y me pareció muy curioso, así que supongo que eso supone un éxito por parte del escritor :)