Matar personajes
El eterno dilema. Tengo guardada por ahí una imagen que dice que si quieres ser un asesino sin tener problemas con la ley, te conviertas en escritor. Muchos han sido criticados por dar finales crueles a sus retoños literarios mientras que a otros se les enaltece por lo bien que ponen término a la agonía de sus criaturas (me he venido demasiado arriba con esta frase??? pues probablemente). Por ejemplo, Pío Baroja afirmaba que solo daba muerte a sus personajes más queridos para ahorrarles el sufrimiento durante el resto de libro.
Si bien es cierto que en algunas ocasiones es necesario para la trama que estamos desarrollando, el abuso de este recurso sin justificación puede hacernos quedar de asesinos indiscriminados que lo único que quieren es escribir muertes y desgracias sin contexto.
Existen muchos tipos de muertes: están las dramáticas, las rápidas, las de tortura, en las que el personaje no estaba muerto no no estaba de parranda porque luego resucita, esas en las que duele más la reacción del resto de personajes al enterarse que el propio fallecimiento en sí... A mi unas que me interesan mucho son lo que yo llamo las "muertes de impacto", que vienen a ser esas muertes de personajes no tan relevantes que sirven a uno de los principales para darse cuenta de que debe cambiar su comportamiento si quiere salvarse a sí y al resto. Creo que es un recurso muy interesante y que me gustaría trabajar más para sacarle más partido.
No obstante, soy la primera que reconoce que, al principio, mis relatos siempre acababan con los personajes muertos porque "me salían así", y a veces me daba miedo que quienes me leyeran pensaran que era una sádica sin motivo. Ahora prefiero explorar otros aspectos de la dualidad vida/muerte y buscar nuevas formas de hacer sufrir a los personajes.
¿Qué opináis? ¿Creéis que es necesario acabar siempre con su vida para conseguir un impacto en el lector? ¿O apostáis por otros caminos? ¿Habéis escrito alguna muerte de la que os sintáis especialmente orgullosos?
Después de un par de siglos con la pestaña abierta y sin tiempo, vengo a aportar mi punto de vista.
Tengo una cierta manía a los libros/películas/series (historias en general), que el autor planea, desde el principio y porque sí, la siguiente estructura:
Un grupo de personajes son felices. Incidente. Algunos mueren, otros no. Todo el mundo llora mucho. Los supervivientes son felices otra vez.
Me descubro a mí misma intentando adivinar quiénes van a ser los que mueran, y leyendo por encima las páginas de duelo para irme a alguna parte más interesante. Pero creo que el problema no es matar personajes o no, es cómo hacerlo.
La muerte, en cualquiera de sus formas, tiene un cierto efecto en el cerebro humano. Un efecto que se va reduciendo cada vez más conforme se va explotando. Pongo un ejemplo:
Un niño de cinco años, que solo ha leído libros donde todo el mundo es feliz de principio a fin, lee un libro en el que un personaje muere en la primera página. Aunque no conozca al personaje, aunque no haya llegado a sentir nada por él, esa muerte le afecta, por el simple hecho de ser una muerte. Sin embargo, cuando llegue, digamos, a los 20 años, y haya leído muchísimos libros con muchísimas muertes, para sentir algo necesitaría encariñarse con el personaje, que algo lo fuerce a sentir, porque el hecho de la muerte en sí misma ya casi no lo afectaría.
En este sentido, siento que muchos escritores se aprovechan de la sensibilidad inicial por la muerte. En vez de expresar sentimientos, de hacer arte, suplen sus carencias haciendo sufrir al lector con muertes sin ton ni son.
La solución no es no matar personajes. Las personas mueren, es parte de la vida, censurar la muerte sería algo totalmente absurdo. Pero creo que los personajes deberían morir cuando la historia lo pida, o cuando la muerte sea el vehículo del escritor para expresar algo y no su herramienta para disimular que no está expresando nada.
Un ejemplo sería el libro Lágrimas en el mar (que descubrí gracias a @Lucía. F en la sección de "Recomendaciones"). Hay muchas muertes y mucho sufrimiento, sí. Pero la autora mata a los personajes desde conocer el horror de ese tiempo y ese momento, con el objetivo de reflejarlo; desde la perspectiva de alguien que ha pasado años investigando sobre un asunto y conociendo a personas que lo han vivido. No lo hace para volver dramático y emotivo lo que escribe, sino para reflejar una situación real.
Otro podría ser Cien años de soledad. Mueren muchísimos personajes, claro. Para empezar, porque pasan cien años y es imposible que nadie muera. Pero García Márquez trata a la muerte como parte de la historia, sacando dramatismo de otras cosas.
No tengo muy claro si me he explicado bien 😅. En cualquier caso, esto ha sido una parrafada en toda regla...