Muchas gracias a vosotras por invitarme. Ha sido muy interesante, y espero que mis respuestas no os aburran: en algunas me he explayado bastante jajajaja ¡Un abrazo!

Por lo general, en España, el enfoque moderno es el de la adaptación. De hecho, se decía en mi carrera que las notas a pie de página son el fracaso del traductor. Y, mira, a veces son muy útiles, pero las he visto usadas una y otra vez en textos donde se podría resolver ahí mismo, sin tener que cortar al lector en mitad de la narración para que vaya a leer una nota. Yo he tenido que traducir juegos de palabras y siempre los adapto. Creo que este es el mejor enfoque porque la idea es que el lector meta pueda tener la misma experiencia de lectura que el lector de la lengua origen, las mismas emociones. Por ejemplo: si un juego de palabras está puesto para hacerte reír en la lengua de origen, ¿por qué no traducirlo de forma que haga reír al lector de la lengua meta, no que le haga levantar una ceja e irse a leer una nota a pie de página?

Hola, Inma: Si nos referimos en concreto a la traducción literaria, para hacer buenas traducciones es imprescindible ser lector asiduo de novelas en ambos idiomas: el de la lengua origen y el de la lengua meta. ¡Un abrazo!

La verdad es que me gusta todo lo que grabo. Esa es mi filosofía, de hecho: que me guste todo lo que haga. Cuando he hecho un vídeo del que no estaba demasiado convencida, luego no quedo satisfecha con el resultado. Algo que me encanta es traer vídeos lo más variados posible. Mi objetivo este año es sencillamente seguir creciendo; me estoy ayudando de mis otras redes sociales también para hacerlo, y que mis vídeos puedan llegar a más gente. Yo ya hago lo de concienciar sobre la importancia de la traducción. No me centro en ello, pero en distintos vídeos se me ve alabar el trabajo de traductores o de editoriales que los cuidan. Y también se me ha visto quejándome de traducciones y de cómo la culpa es de la propia editorial, que a veces publica sin siquiera revisar el texto traducido (porque yo lo traduzco, pero en la editorial ha de haber algún corrector, porque es imposible que no se me escapen erratas y demás).

¡Hola! A traducir se aprende traduciendo, sin duda. A veces reflexiono sobre el tiempo que me llevaba traducir ciertos textos al principio, y lo rápido que lo hago ahora. Para traducir, siendo un trabajo especializado, desde luego recomiendo estudiar traducción. No digo que sea la carrera, pero hay másteres o cursos de traducción (en caso de que ya domines alguna lengua extranjera). Y hay muchas especialidades en este campo: si hay algo que te interesa especialmente y puedes combinarlo con la traducción, mejor que mejor. Leer mucho en tus idiomas de trabajo es importantísimo también. A los futuros traductores les diría que adelante: es una profesión bonita, aunque a veces es dura: tienes que tenerlo muy claro.

Hola de nuevo: Desde luego. De hecho, en parte abrí mi canal porque quería ya tener a cierto público lector. El problema es que, después de tantos años reseñando libros, mi nivel de autoexigencia es absolutamente imbatible, por lo que, si saco algo a la luz, puede que incluso lo haga de manera anónima. Lo de los demonios internos lo conoceréis bien, al igual que los bloqueos de escritora. Pero sí, contestando a tu pregunta, lo he hecho y lo hago: adoro escribir.

¡Hola, Rosa! Gracias por todo lo que dices. Es eso: traducir es reescribir el libro. Lo que la gente no comprende a veces es que, en realidad, el idioma que más necesitas dominar para hacer una buena traducción es tu propio idioma nativo: el español, en este caso. La primera medida que habría que tomar tiene que ver con el dinero que percibimos por nuestro trabajo. Si a los propios escritores se les paga muy poco, ya os podéis imaginar en dónde nos deja a nosotros. En concreto, la traducción literaria está muy mal pagada. Tanto que, en realidad, llevo más de dos años sin traducir una novela: la traducción audiovisual, por ejemplo, paga más (aunque sigue siendo bastante precaria). Algo que se hace cada vez más para reivindicar a la figura del traductor es decir su nombre junto al del autor del libro cuando se reseñan las novelas. Una cosa que estoy viendo es que nuevas editoriales independientes como Duermevela o Trotalibros les dan una importancia vital a esta figura y se encargan de encontrar a los traductores perfectos para sus novelas. Por lo que este cambio debería empezar por las editoriales: que muestren mayor interés. Y por los lectores: que exijan una mayor calidad en sus traducciones (hemos visto auténticos despropósitos en algunas traducciones, y esto tiene que ver con la poca importancia que se nos da). No se si he llegado a contestar a la pregunta xD

¡Hola, Jimena! Mil gracias, me hace mucha ilusión ^^ Traduciría encantada cualquier cosa nueva que sacaran Cassandra Clare o Leigh Bardugo. En cuanto a los clásicos... no te creas, no me haría especial ilusión: siento que hay que tener un bagaje superior y una madurez de escritura importante: al fin y al cabo, el traductor es el segundo escritor. Un clásico quizás querría traducirlo con 15 años más. Ahora mismo, no me siento preparada. Os recomiendo a esas dos autoras si os gusta la fantasía juvenil. Otro de fantasía que he leído últimamente y que me ha volado la cabeza es Un mundo helado de Naomi Novik.

¡Hola, Layla! Normalmente, la dificultad radica en el texto de origen y en lo especializado que sea. La primera novela que traduje, El libro de los cuentos robados, de D. J. McIntosh, tenía escenarios históricos distintos, al igual que todo tipo de descripciones de objetos de distinta índole. Encima, fue la primera novela que traduje, por lo que el factor de la inseguridad propia jugó un papel importante. Tuve que documentarme mucho para esa novela. Sin embargo, una novela de romance contemporáneo, por ejemplo, suele resultarme bastante fluido todo (me cuesta utilizar la palabra "fácil", porque al final es una percepción propia que depende de muchos factores). Es imposible conocer todas las palabras de un idioma: todas las personas que nos dedicamos a la traducción usamos diccionarios bilingües, monolingües, etc. Cuando me atasco con algo, lo marco para traducirlo más adelante y sigo con la traducción. Si más tarde sigo atascada, me hago una bebida y descanso un poco, y dejo volar la imaginación. Y la inspiración llega. En este sentido, es como el proceso creativo de la escritura.

¡Hola! Muchas gracias por invitarme. Me ha gustado muchísimo esa minibiografía :D Estoy lista para vuestras preguntas!