Muchas gracias a quienes participaron y a quienes organizaron esta reunión. Saludos y sobre todo salud.

Muchos de mis cuentos se han llevado a escena. Hay se está representando una en Miami, que ha viajado por muchas partes del mundo y del país durante dieciocho años. Se llama Los niños perdidos. Este mes iré a ver otra, Llamada A golpe de calcetín, que lleva diez años de representaciones y no la he visto. Cuando me piden representar obras basadas en libros míos doy la autorización sin pedir nada a cambio.

Hace unos meses tuve una presentación virtual con alumnos de una escuela de la Ciudad de México y hablé de uno de esos libros que hice por encargo. Se llama Joaquín y Maclovia se quieren casar, y lo escribí a partir de unas tarjetas postales de dos novios en Guanajuato en 1909. Además de su correspondencia, en el paquete, conservado en el Archivo General de la Nación, estaban también las fotos del día de su boda. Pues en esa escuela un niño de nueve años me dijo que esos personajes eran sus bisabuelos. Luego tuve contacto con la familia y efectivamente me contaron acerca de ellos. Ahora tengo en mente escribir un libro con lo que la familia me diga y unirla con la historia de amor de mis padres.

Sí fue muy cuestionada cuando se publicó, hace casi treinta años. Te cuento una anécdota: hace como dos años y medio me atreví a presentar un show con ese cuento. Tenía conmigo a un grupo de jóvenes músicos, la Orquesta Basura", que compusieron algunas canciones y yo leía el cuento e interactuaba con el público. Las primeras dos funciones, que se llevaron a cabo en un auditorio en el que han tocado todos los rockeros mexicanos, se llenaron ¡de puros adultos! que había leído el libro en su infancia. Fueron puros adultos a esas dos funciones porque empezaban tarde, a las doce de la noche y se vendían bebidas alcohólicas. ¿Qué consejos daría? Saltarme la censura del mundo adulto y llegar a los niños.

Hola, de nuevo: estoy en contra de los cuentos disfrazados que buscan dar un "mensaje". Creo, junto con Bruno Bettelheim, que un niño que ha leído cuentos de hadas, cuentos de tradición popular, y yo le añado la gran literatura actual, tendrá de adulto una mayor capacidad de sortear obstáculos y resolver los problemas que enfrente porque la literatura ayuda a desarrollar la imaginación. Desde que empecé a escribir, cuando fui censurado, al día de hoy, creo que nuestra concepción de la infancia ha cambiado y vemos a los niños como seres inteligentes y exigentes.

Hola, Emilio. Las historias pueden partir, para mí, de tres impulsos. Uno: tener una idea que va a ser la base del escrito; por ejemplo:las migraciones forzadas que se están llevando a cabo en México de haitianos y centroamericanos para huir de la violencia y la pobreza y muchos de ellos para alcanzar el sueño americano. Dos: la creación de un personaje y su situación; así he empezado muchos de mis escritos y luego no sé qué hacer con ellos. Y tres: tener un argumento completo o casi completo en la mente. Y finalmente, una recomendación: escribe. Y si lo haces sin prisas de acabar cuanto antes, mejor.

Hola, de nuevo. Te pongo un ejemplo: antes los pocos temas "permitidos" para escribir libros para niños se limitaban a princesas, castillos, duendes, animales, etcétera. Hoy en día se escriben cuentos y novelas sobre temas más complicados: las desapariciones forzadas, la depresión, la diversidad sexual, la muerte y muchos más. En cuanto a Emma, tardé unos buenos años en escribirla y publicarla porque la protagonista y el entorno hacen un referencia (y homenaje) a Harry Potter. Ya luego en mi siguiente versión, la publicada, incluí a autores como Kafka, Paz, García Márquez, Miguel Ángel Asturias, Stein, y otros más.

Gracias, Coco, por tu interés y tu pregunta. Creo en los jóvenes y veo que ellos están escribiendo una literatura más desenfadada y propositiva. La aportación que ya están haciendo creo que es de una gran valía.

Hola, Layla: Cierto: escribo para niños, jóvenes y adultos. No me cuesta trabajo pasar de uno a otro porque hay un puente que los une en lo que escribo: el juego y el humor. Llegué a la literatura infantil por un mero azar: me pidieron que escribiera adaptaciones de leyendas de espantos y mitos de la creación prehispánicos. Luego los mismos editores me pidieron un cuento original. Los siguientes dos también los escribí a petición de mi editora. Y el primero que escribí por puro gusto fue La fórmula del doctor Funes.

Con todo gusto. La primera vez que me ofrecieron llevar al cine La formula del doctor Funes no me gustó el guión y lo rechacé. La segunda sí me convenció. Se han hecho dos breves cortos sobre La peor señora del mundo, que no resultaron de buena calidad. Me están proponiendo hacer una serie con ese cuento y estoy en proceso de plática con los productores. Dentro de unas hora me llamarán de Los Ángeles, California, para darme, según me dijo la directora y promotora, una buena noticia acerca de la filmación de otro libro mío: Una semana en Lugano. Llevamos en el proceso casi cinco años.

Hola, Inma: He probado hacer muchas cosas, desde poesía, cuento y novela, hasta crónica de viajes, ensayo, un guión para la tv, otro para una ópera. Hace más de treinta y cinco años publiqué un cuento llamado "Informe negro" escrito en cien breves capítulos. Ahora estoy transformando ese cuento en novela, como si esos capítulos formaran un esqueleto. Aunque me siento mejor en la brevedad, he disfrutado esta transformación de géneros narrativos. Muchas gracias por tu pregunta.

Hola, Jimena. Ciertamente cada libro tiene su propio ritmo. Suelo decir que el término medio que me lleva escribir un libros es de siete años. Lo doy a mis editores siempre y cuando me sienta satisfecho de él.

Hola a todas y a todos los que participan.