😍😍😍 ¡En absoluto! Ha sido un gusto hablar con vosotros, vuestras preguntas eran de las interesantes e importantes. Os deseo muchísima suerte en todos vuestros proyectos, aunque estoy segura de que no la vais a necesitar. Y cualquier cosa en la que os pueda ayudar, ya sabéis donde estoy, no os cortéis. Gracias a vosotros una vez más por la invitación 💜

Que sí puedo hacer una vida de la escritura. Que ya no quería ninguna otra... Hay muchas otras cosas, pero eso fue lo más importante. Es como la primera vez que un nene prueba el que será su postre favorito <3

En la escuela de guion yo estudié varios, ese, estudié el famoso hombre en el agujero (te dejo un artículo muy interesante sobre los modelos de Vonnegut, que ha influido mucho en guion https://blog.verbalina.com/tipos-historias-vonnegut-arco-personaje/) una teoría que se llama de los tres yo (espiritual, social, individual) y... acabé reflexionando sobre lo que realmente me sirve a mí y descartando. Me apasionan estas cosas, que conste, y me las leo todas, pero ahora mismo estoy en una fase de no creer en la evolución del personaje como algo lineal, si no que lo concibo hacia dentro de sí mismo. Construyo a mis personajes por capas. Ya que has leído La flor de fuego, en Kit, que es con quien más claro lo puedo explicar, la capa externa sería que es un muchacho serio y callado; cuando se lo quitas tienes su rabia; cuando le quitas esta tienes su enfermedad y detrás de esta va el miedo a quedarse solo. El personaje tiene todo eso con él DESDE EL PRINCIPIO, pero al comienzo solo vemos lo más superficial, y el avance de la historia no es que él cambie, es que él nos descubra cosas que estaban ahí desde el principio. Por eso digo que no creo que personajes que evolucionan, creo que la esencia de cada uno es siempre la misma, y van cambiando de capa que nos muestran.

¡Sí, y lo recuerdo con muchísimo cariño! Creo que lo más importante para mí fue el pasar de estar totalmente sola escribiendo a tener a personas que entendían los procesos y las dudas que se aparecen al hacer lo que hacemos. Es un gran lugar para pedir feedback, ánimos, compartir lo que se está haciendo. ¡Hay que hablar mucho de lo que se escribe, transmitir la ilusión! Compartir, debatir ideas, pedir consejos, aprender de otros. El mundo de los escritores (que no el proceso de escribir) es duro y a lo largo de vuestra carrera va a haber momentos de crisis, pero es mucho más fácil recuperarse cuando hay una red de apoyo de personas que hacen lo mismo que tú.

AAAAH, NO PUEDO ESCOGER. Mi novela favorita es El conde de Montecristo, poemario te diría El rayo que no cesa, y dramaturgia, Crave de Sarah Kane. Pero me dejo a muchos muy importantes para mí por el camino 😭

Oh, dios, esta es una lucha que yo llevo muy por dentro y que siento muy mía. Estoy muy cansada de fantasías que como tienen ese mundo con referencias de alguna sociedad pasada, las mujeres son aquellas a las que se debe proteger. Mujeres fuertes físicamente han existido y existirán siempre, y se ha hecho tanto hincapié en nuestra supuesta inferioridad física porque sirve de sustento al sistema patriarcal. Curioso además que todo ello se base en la fuerza como parámetro principal, cuando si se toma de referencia otros valores como flexibilidad, agilidad o incluso esperanza de vida, las mujeres tenemos una constitución superior. ¿Cuántos deportes podrían ser mixtos sin ningún problema y no lo son? ¿Por qué todavía existen competiciones en las que no hay mujeres? Es ridículo. Por eso las dos escenas de las competiciones deportivas narradas en la novela las protagonizan mujeres. A mí me gusta meter la crítica en la fantasía así, normalizar cosas que en este mundo llamarían la atención, y que el lector se pregunte por qué. Pasa lo mismo con la orientación sexual. Es un mundo sin homofobia y no se hace mención alguna al tema, la diversidad en orientaciones está totalmente aceptada.

No tengo ninguna respuesta correcta para esto, así que si alguien puede dármela, mato por ella 😂 Casi siempre intento centrarme bien en las cosas que sí puedo controlar, los eventos de promoción, lo que voy a poner en redes (soy malísima para eso), a quien le voy a regalar alguno de mis ejemplares, esas cosas.

Escuché una vez decir que actuar se reduce a mirarte a ti mismo al espejo y no reconocerte. Escribir en esencia es lo mismo: el autor se tiene se disfrazar y debe dejar de reconocerse en las palabras. Incluso si haces autoficción, no se hace desde el yo auténtico, sino desde un alter ego inventado, el autor pasa de ser persona a ser personaje. A mí me apasionan todos los componentes del teatro y me lo concedieran querría aprender todas sus partes, ¡aunque no sé si a estas alturas podría actuar bien, soy demasiado cerrada como persona! Lo que ME ENCANTARÍA hacer algún día es dirigir. Creo que dirigir es ir juntando todo lo que los distintos creadores que trabajan en una obra descubren, ver trabajar a los buenos directores de escena es pura magia.

¡Sí, escribo a mano y defiendo el hacerlo con uñas y dientes! Empecé así porque escribía en clase mientras me aburría y el profesor explicaba (ejem) y ya no me pude quitar la costumbre. Pero es verdad que creo que las pantallas no ayudan con la concentración, que en el portátil hay muchas más distracciones y que mi prosa mejora un poco más a mano. A lo mejor es que soy una vintage para estas cosas jajajajajaja Muchos dicen que es lento lo de pasarlo a ordenador, pero yo aprovecho ese proceso para corregir. A veces lo paso tecleando y a veces cojo el cuaderno y se lo dicto al ordenador (creo mucho en corregir leyendo en voz alta, realmente ayuda a detectar las frases que no acaban de funcionar). Así que a mí me funciona todo el proceso al final.

Oooh, esto es algo en lo que fallaba miserablemente al principio. Solía escribirlo pensando siempre en las posibilidades del escenario, dirección, actores que se pueden contratar por presupuesto, esas cosas, pero luego me lo quitaron de la cabeza. Cuando me puse con lo más grande que he hecho en teatro, la adaptación de la novela Celia en la revolución, que me la encargaron ya sabiendo en qué teatro y con qué medios se iba a representar, la directora de escena me quitó todas esas preocupaciones de un plumazo y me dijo que mi trabajo era dramatizar la novela lo mejor posible y el suyo encontrar la manera de que eso que yo había escrito se pudiera representar, fuera lo que fuera que hubiera en el texto. Y lo encontró: en mi texto salen fácilmente 40 personajes y ella consiguió tenerlos a todos en escena con solo 8 actores que se iban cambiando. Desde ahora no olvido esa lección de María, que básicamente se reduce en CONFÍA. Directores, actores, escenógrafos, todos ellos están ahí para hacer tu texto incluso mejor de lo que es. Tú solo tienes que darles una buena dramaturgia, ellos encontrarán la manera.

No estoy muy segura de si puedo responder a esto, porque siendo sincera, desde mi tercera novela publicada, la del Premio Plataforma Neo, dejé de leer reseñas... Al final eran demasiadas voces imposibles de filtrar del todo que podían afectar a mi escritura, así que no me gusta leer ni las buenas ni las malas, prefiero ir aprendiendo poco a poco de opiniones de mis editoras y mi entorno. Supongo que por los encuentros, el feedback editorial y demás, no ha ido tan mal. En encuentros en coles, por ejemplo, he tenido experiencias muy bonitas. Hay lectores que al tocar temas más duros se vuelcan mucho en las historias y las sienten y las hacen suyas, y eso es precioso.

Yo soy cada vez más rebelde, al menos como escritora 😂 y lo más importante que he aprendido y que me necesito repetir de vez en cuando es: si al narrar hago una elección consciente, por mucho que luego no guste a los lectores, yo no he fallado como autora. ¿La novela es lenta? ¿Los diálogos son muy literarios? ¿No cumples lo del "show, don't tell"? Da igual. Da igual si lo has hecho conscientemente y es así como te gusta. Las reglas de la narrativa no están escritas en piedra, la novela es un género híbrido que admite cualquier técnica, si a ti te gusta de otra manera, sigue lo que te están pidiendo las tripas. Hay que perder el miedo a escribir conscientemente cosas que sabes que una parte de los lectores no les va a gustar. Que se aguanten. La rebeldía y el dejar un poco loco al personal está bien 😂

Sé que por aquel entonces el tema de las redes estaba solo empezando y que yo tenía muchas charlas y lecturas en el colegio sobre los temas de acoso, pero nadie unía ambas cosas y sentía que faltaba algo. A veces está bien ser un poco irreverente y pensar que a esas personas mayores que te hablan de un tema con el que tú convives día a día les falta algo. Creo que por eso me puse a escribir sobre ello. Quería hablar de cosas que de las que en mi entorno nadie se atrevía hablar ni cuando se tocaban esos temas, de los peligros de ser el chico bondadoso de la clase, de la autoexigencia de las alumnas, siempre ellas, de la gran mayoría que calla a diario sobre lo que ocurre, de los profesores que saben y no actúan, de si es lícito que un padre preocupado mire los mensajes de móvil de su hijo; esas cosas que son un poco más incómodas y que no encajan en los relatos de alumno malo acosa a alumno débil.

Hay una frase preciosa de Onetti que viene a decir que si se cuentan los hechos y nada más que los hechos, sin dejar que entren los sentimientos en escena, no se está contando la verdad. La ficción histórica no tiene que servir al pasado, tiene que hablarnos del presente. Lo primero que recomendaría cuando te enfrentas a este tipo de historias es preguntarte a ti mismo: ¿Por qué me llama tanto la atención estos hechos históricos? ¿Por qué quiero escribir sobre ellos? ¿Por qué siento que me hablan, qué tienen que ver conmigo? Estamos constantemente buscando respuestas sobre el presente y el futuro en el pasado, por eso escribimos histórica. Una vez llegas a esas respuestas, lo que realmente quieres contar, lo que puedes añadir a una historia que ya ha sucedido y ya han contado otros, el resto es mucho más fácil.

Oh, ¡buenísima pregunta! Para escribir una obra de teatro necesito algo muy muy concreto. Cuatro paredes y una pasión, que decía Dumas. No puedo hacer como con una novela, que a veces tienes un mundo inventado, a veces solo unos personajes que te gustan, empiezas a tirar de los hilos y armas una escaleta, no; para mí la dramaturgia necesita un punto de partida muy definido, incluso con la idea inicial. La novela es un proceso de ampliar, de añadir escenas, descripciones, trama, siempre puede ir a más; pero en la dramaturgia es al contrario, hay que ir a la esencia de las ideas. Si puedes presentar un conflicto con un simple gesto del actor, un frase interrumpida o un silencio, mucho mejor. Y para mí también es muy importante y muy especial pensar que la novela, una vez la termino, se queda fija, pero la dramaturgia está viva. He tenido el honor de varias veces estar haciendo lo que llamarían de "dramaturga a pie de escenario" es decir, trabajar y cambiar el texto durante los ensayos porque los actores también descubren matices de los personajes y también los crean. Eso es magia pura.

Cristin es otra persona de la que he aprendido muchísimo a lo largo de los años. Sé que la lie con el protocolo porque se me olvidó saludar al ministro, que luego no pude disfrutar del bufet y que me prometí una y mil veces que no me iban a sacar ya de aquel mundo de escritores ni a patadas. Jordi me dijo aquel día que era más difícil lo que me iba a venir después del premio y la primera novela que el camino que ya había recorrido, y tenía razón.

No puedo evitar reírme, el Jordi siempre dice que soy una de las personas más cabezotas que conoce. Yo escribía y me presentaba al concurso sola, antes de ganar el premio no tenía ningún círculo de personas que escribieran o similar. ¡Aprovechad la energía de aquí, que es muy valiosa! Vengo de una familia muy muy exigente. Yo siempre he querido escribir, y aunque mis padres no se oponían, si quería su apoyo tenía que demostrar que iba en serio. De ahí que cuando conocí el premio ni me lo planteara. Me presenté tres veces hasta ganarlo. Pero creo que mi auténtica motivación es que siempre he sido una obsesa de la escritura, que me divierte, que es lo que más me gusta hacer y que encuentro la manera de, incluso con fechas de entrega, presiones, todo eso, disfrutar de lo que hago siempre. No solo hay que pensar en el qué podría ganar, qué vendrá luego, qué quiero conseguir. Hay que disfrutar el mientras, incluso si estás sola en la biblioteca de tu colegio escribiendo como buenamente puedes.

¡Hola, Jimena! Siendo 100% sincera... a mí me afecta. Yo no soy de las cree en hacer arte detrás de las barreras, por así decirlo. Cuando se opta por la primera persona y por una narración tan íntima, hay que estar preparado para que un poco se te meta dentro, y no pasa nada, la escritura también hay que sentirla y hay que intentar que sea sincera. De hecho, hay partes de La flor de fuego que son fragmentos adaptados de mis diarios de adolescente, porque encajaban a la perfección.

¡Hola, Layla! La tuya es la pregunta difícil y 100% indispensable a la hora de enfrentarse a una historia de este tipo, a ver si consigo sintetizarlo todo bien. ES verdad que en las tres novelas realistas que tengo de esos temas me documenté mucho tanto de noticias sobre casos reales (del tiroteo de Columbine me leí TODO lo que salió por España) como de libros parecidos que se han escrito. Luego, por supuesto, toda esa información pasa por el filtro de la ficción, porque creo que solo desde una perspectiva artística se puede llegar a cierto grado de sensibilidad que las noticias, crónicas, estudios, etc. no pueden. Si escojo hacer una novela sobre un tema real, esa novela tiene que aportar algo a los hechos puros y duros. Y sí creo que la culpa es fácilmente contagiosa y se pega en personas que no tienen por qué sentirla. Del "¿Cómo podría haberlo evitado?" al "¿Por qué no hice esto/no lo paré cuando pude?" hay un paso muy pequeño, y cualquier víctima sin el apoyo necesario puede darlo. Por eso es muy importante que socialmente (y eso nos incluye a nosotros con nuestras historias) pongamos el énfasis en la empatía y la necesidad de ayudarnos en las crisis, nunca de culparnos. Podría hablar siglos sobre esto, pero espero que así se me entienda :)

¡Hola, Oitmi! Gracias a ti por todo el curro de organización. Confieso que soy ese tipo de autora que se aburre si escribe dos historias seguidas del mismo género, y de hecho también trabajo en cosas de guion audiovisual y de teatro, pero porque me fascina probar y trabajar siempre en lo desconocido. Quiero hacer de todo! Escribir para mí es como un juego, y ya se sabe, repetir siempre las mismas jugadas es demasiado aburrido. Además, creo que un buen autor se construye a base de chocarse una y otra vez contra sus propios límites para expandirlos, y parte de esos límites son los géneros que se trabajan. Claro que yo estoy mucho más cómoda en historias realistas, pero últimamente hago fantasy y no puede divertirme más.