Entrevista a Jara Santamaría

¡Muchísimas gracias a vosotros! Han sido unas preguntas súper interesantes, ¡me ha encantado pasar este ratito con vosotros! <3 <3 Un abrazo fuerte a todos!

Gracias por tu mensaje tan bonito, Elena. Me sacas los colores diciendo que "he llegado tan lejos" o eso de "escritora profesional", jajaja. Sigo siendo exactamente la misma persona que la primera vez que me enfrenté a la página en blanco: escribo historias, sin saber del todo si van a funcionar o no, sin saber si se van a publicar, si van a gustar... No sé si hay un momento en que alguien se levanta por la mañana y dice: "vale, soy escritor, ya está, lo he conseguido". Desde luego, no es mi caso. Yo sigo teniendo tantos miedos e incertidumbres como al principio (os lo digo aquí, que estamos en confianza, jeje). Lo que sí que es verdad es que, si cuando me presenté al premio Jordi Sierra i Fabra tú me llegas a decir que iba a tener seis libros publicados me habría dado un patatús. Ni en mis mejores sueños. He tenido mucha, mucha suerte. Soy consciente de ello y me hace muy feliz haber podido sacar adelante tantas historias. Siempre he querido escribir. Ser escritora ha sido un sueño desde que era pequeña, mucho antes incluso del premio Jordi Sierra i Fabra. Y ahora, de vez en cuando, me digo a mí misma "oye, estás escribiendo, ¡esto era lo que querías!", y es alucinante. El parón fue duro para mí. En aquel momento llegué a pensar que no volvería a escribir. Por un lado, la carrera era exigente, pero además creo que fue un parón un poco psicológico. Yo había ganado un premio literario, y creo que eso me hacía ser excesivamente exigente conmigo misma. El perfeccionismo me jugó una mala pasada y no me atrevía a escribir nada porque nada de lo que escribía era lo suficientemente bueno. Me costó que se me pasase, y es un bloqueo que todavía tengo de vez en cuando (ese demonio que te dice que no eres lo suficientemente buena, seguro que muchos sabéis de lo que hablo), pero creo que estoy aprendiendo que lo importante es pasármelo bien, disfrutar yo y lo demás ya vendrá.

Me sorprendió la rapidez con la que todo el mundo buscó que fuese autobiográfico. No entiendo muy bien por qué. No creo que se lo pregunten de otros autores, pero creo que cuando eres una escritora joven escribiendo realista, muchos esperan que estés volcando un pedacito de ti en tus novelas. No era mi caso. Ya os contaba por arriba que sí me sentía identificada con Lucía (Te comerás el mundo) en la inseguridad, pero no así en su trastorno de alimentación. Pero sí quería hablar de esa inseguridad, de la misma forma que en Londres después de ti sí quería hablar de relaciones a distancia. No hay autobiografía, pero sí exploración de temas que me interesan. Creo que siempre está bien que el lector se sienta identificado. Siempre lo busco. Pero sea una novela realista o fantástica. Al final lo que buscamos como escritores es crear un personaje creíble, con un pensamiento o un discurso que el lector pueda comprender y con el que vaya a empatizar. Hasta un malo malísimo, si es el narrador principal, tiene que tener un punto de inflexión que provoque la empatía del lector en un determinado momento. Si no, nos distanciamos y no nos interesa, ¿no os parece? :)

La primera novela que escribí nunca vio la luz, ¡y es normal! Suele ser el caso de la gran mayoría de los autores, y creo que esa es la mayor lección que te puede dar tu primera novela: todo lo que tienes que mejorar. En mi caso, sobre todo es que me sobraban páginas, porque no sabía discernir del todo de lo importante y lo que "no venía a cuento". Con el tiempo, he aprendido a planificar bastante más las tramas, a decidir qué quiero contar, por qué, y cómo voy a llegar allí. En aquel momento, simplemente me sentaba y escribía lo que me iba apeteciendo en el momento... hay a quien le vale ese método, pero yo por ejemplo aprendí que a mí no me sirve. Yo necesito mucha planificación antes de sentarme a escribir.

Yo creo que todo lo que sea practicar es importantísimo para cualquier escritor, y más todavía si estamos empezando. En mi caso me sirvió mucho, aunque no para destacar como tal (hay muchísima gente, y tampoco creo que sea necesariamente el lugar para hacerlo; para destacar siempre es mejor ser el creador de tus propias ficciones, ¿no?). A mí para lo que me sirvió fue para enfrentarme a esas primeras dificultades: los bloqueos, los desarrollos de los personajes... y tener un feedback muy completo por parte de los lectores y otras compañeras que también escribían. Nos lo decíamos todo: esto está bien, esto funciona, esto no... No sé si sigue siendo así en la actualidad, pero si es así, es muy valioso y viene genial para aprender.

Qué reflexión tan interesante, Jimena. Estoy súper de acuerdo. Creo que lo he puesto justo en un comentario por arriba: creo que a veces nos fascina muchísimo la fantasía y mitología de lugares lejanos y, curiosamente, la que tenemos aquí al lado pasa desapercibida. Es algo que me llamaba la atención y que, afortunadamente, se empieza a revertir bastante. Mira por ejemplo el caso de Dolores Redondo, que también se fijó en la mitología navarra. Creo que estamos poco a poco descubriendo la riqueza de nuestro folklore, y eso es interesantísimo. Me gustaría seguir tratando temas locales, sí. No digo más para no hacer spoilers!! :)

¡Hola a Rosa de mi parte! :) Curiosamente, me habló del premio el autor Alfredo Gómez Cerdá. Yo era súper fan, y le escribí un mail larguísimo diciéndole lo mucho que le admiraba y lo muchísimo que me gustaba a mí escribir. Me recomendó que participase en el concurso, investigué un poco y me animé!

Hola otra vez! :) Realmente, tanto Te comerás el Mundo como Londres después de ti los escribí para que lo leyese gente de mi edad. Lo que pasa es que Te comerás el mundo lo escribí con 17 años, y Londres después de ti con 24. No ha sido hasta con Los dioses del Norte cuando he empezado a escribir pensando en un público que no fuese mi franja de edad. Y tengo que decir que estoy encantada. Me encanta escribir para jóvenes. Creo que es una edad que todavía cree mucho en la magia, que todavía está abierta a sorprenderse y a emocionarse, y eso me lleva a mí a emocionarme también y a pasármelo pipa. Estoy escribiendo un nuevo libro, también de fantasía, enfocado a la misma edad que Los dioses del Norte (+12, más o menos).

¡Hola, Inma! Lo primero de todo, ¡enhorabuena por presentarte al premio Jordi Sierra i Fabra! ¡Y tres años, además! Como ex-participante que soy, te puedo decir que eso tiene un mérito enorme y que tienes que estar súper orgullosa: sacar el tiempo y la dedicación para haber acabado tres libros y darles forma, prepararlos para el concurso... ¡eso ya dice mucho de cómo eres! A Jordi le encanta decir que la escritura es una carrera de fondo, y tiene toda la razón del mundo: lo es. Y precisamente es la constancia, esa que tú ya estás demostrando, buena parte de la clave de salir exitoso de esa carrera. No tengas prisa en publicar. Eso también lo dice mucho Jordi. No pasa nada si no es ahora. No pasa nada si no es a los 19, a los 20, a los 25... La gran mayoría empiezan muy tarde, y está bien. A escribir todos mejoramos con los años. Lo que sí es importantísimo es que no pares de escribir. Ahora que ya has cogido carrerilla con el premio de Jordi, aprovecha y no pares. Me parece bien que busques otro concurso si eso hace que te marques un objetivo que te haga seguir escribiendo (a mí me pasaba, así que lo entiendo perfectamente). ¿Has probado con el premio Plataforma? Creo que se sigue haciendo, cuando yo participé era hasta los 30 años, ¡míralo bien! Y si no, siempre está el Premio Gran Angular, el Edebé... hay muchas opciones! Un abrazo Jara

Hola Oitmi,

Creo que, aunque no haya vivido la anorexia, viví muchas cosas a las que se enfrenta la protagonista de Te comerás el mundo, y creo que al igual que yo lo hicieron muchas personas. Lucía siente una inseguridad tremenda, se compara permanentemente con sus compañeras y siente que hay algo en ella que le hace no encajar. En su caso, se obsesiona con su cuerpo y encuentra lo que para ella es la vía fácil: adelgazar. Pero hay mucho más, ahí lo que existe es una falta de confianza y de amor propio. Ese es un poco el mensaje del libro, ¿no?, que eso es lo que tiene que cambiar: quererse un poco más para encontrar su lugar en el mundo. Creo que eso es lo que me unía a Lucía. El sentirme diferente, el no sentirme aceptada cuando era una adolescente. Creo que cuando acepté esa diferencia, cuando la abracé y la hice mía, empecé a crecer y a sentirme mejor. Este libro fue una catarsis en ese sentido.

Por supuesto, aun así quise hacer documentación. Encontré varios foros y hablé con personas que sí estaban pasando por esa enfermedad y quise escuchar, sobre todo escuchar, para asegurarme de que iba a tratar ese tema con la sensibilidad que merece y sin recurrir a clichés.

¡Muchas gracias!

¡Hola, Layla! Elegí la mitología navarra porque ahí es donde crecí. Soy de Pamplona, y siempre me había fascinado la mitología, pero he crecido estudiando la griega, la romana, ¡incluso la nórdica! Y hay veces que la magia está mucho más cerca de casa de lo que pensamos. Eso me inspiró y sentí que tenía que escribir sobre la mitología navarra, la que está en los bosques que me vieron crecer de pequeña. Sin duda Rick Riordan es un referente. Sus libros me parecen estupendos, ¡divertidísimos! Un abrazo

¡Muchas gracias por invitarme a este foro! Me hace mucha ilusión estar con todos vosotros :)